Conclusiones
Cualquiera que sea la idiosincrasia de cada pueblo en la atención médica del niño, debe tenerse en cuenta — que el niño es universalmente niño — y como tal hay que tratalo o y además, que tiene una doble naturaleza que debe ser respetada y tanto más al estar enfermo en un hospital: ser vivo en constante formación, en íntima relación con su mundo individual — y ser unitario moral y socialmente, en íntima relación con el mundo que le es destinado.
El cuidado de su persona y de su mundo es obligatorio para quienes programan la atención hospitalaria del niño. La madre, símbolo de afecto y seguridad, es una necesidad inalienable y permanente del niño y cualquier momento es propicio para comprenderle y llevarle aliento y enseñanza que le ayuden a cumplir mejor la sagrada misión que le es encomendada; cultivar y formar el hombre y con él las generaciones del futuro.
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(Reprinted with the kind permission of the Editor from “Courier”, Centre International de l’enfance, Vol. XXVII, 1977, No. 3).
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de Silva, M.G., Homero, A.P. La presencia de la madre en un servicio de pediatria. IJEC 11, 193 (1979). https://doi.org/10.1007/BF03176570
DOI: https://doi.org/10.1007/BF03176570