The first successful resection of an aneurysm of the abdominal aorta followed by re-establishment of continuity using a preserved human arterial graft

Resumen

Las técnicas quirúrgicas para tratar aneurismas de aorta en los años cuarenta se limitaban a envolverlos con celofán o a provocar su trombosis mediante cuerpos extraños intraluminales. Ambas técnicas poseían graves limitaciones. En 1951 se indicó, en un varón de 50 años, el recubrimiento con celofán de un voluminoso aneurisma de aorta infrarenal, que estaba asociado a importantes lesiones obliterantes y aneurismáticas en el sector iliaco. Dadas las pocas posibilidades de éxito en esta intervención y al hecho de que desde 1947 existía un banco de arterias para ser utilizadas en determinadas técnicas vasculares, se decidió usar un fragmento de aorta torácica para reconstruir la zona lesionada del paciente. El 21 de marzo de 1951 se abordó quirurgicamente el aneurisma mediante una tóraco-laparotomía izquierda. Tras sección de las arterias ilíacas primitivas se resecó el aneurisma extirpándolo hasta nivel del clamp situado justo por debajo del nacimiento de las arterias renales. Se anastomosó el injerto de aorta torácica desde la aorta infrarenal hasta la iliaca primitiva derecha, en disposición termino-terminal en ambos extremos. Tras practicar endarteriectomía de la iliaca primitiva izquierda se anastomosó termino-lateralmente el injerto. Al desclampar se obtuvo pulso femoral bilateral. Se realizaron angiografías de control a los dos meses apreciando la permeabilidad del injerto. El paciente falleció de muerte súbita a los ocho años de la intervención, con sospecha de infarto de miocardio.